Tenía pensado hacer un post muy ácido y gracioso sobre la última colección de Versace, pero por temor a parecerme a Perez Hiltón, decidí echarlo para atrás y comentar mis opiniones en un bar con amigos mientras me emborrachaba y madreaba la colección. Eso sí, me aseguré que no hubiera alguna cámara cerca, que aunque ahora nadie sabe quién soy, en unos años un videillo podría arruinar mi reputación. Que lo diga John.
Me he propuesto no ahondar en lo mismo de la nostalgia que provoca el antiguo Versace porque ya siento que este blog parece un muro de lamentaciones. Nisiquiera por el Versace de Gianny, sino el de hasta hace unos 10 años cuando Donatella subía a la pasarela a semidiosas de cabelleras largas y tan lisas como la cara de Cher, en vestidos que parecían tener vida propia por la desincronización que creaban las telas al caminar.
No me quejaré tampoco de cómo Donatella o el que en realidad esté a cargo de la firma, está destrozando la casa Versace, porque Donatella me cae bien. Así como Elizabeth Hurley inmortalizó el Versace negro con imperdibles dorados creado por Gianny; Jennifer Lopez hizo lo mismo con aquel vestido verde que llevó a los Grammy, diseñado por Donatella. Y es que, por muy mal-gustosos que eran los vestidos de Donatella, mantenían viva la escencia de la firma: vestidos de nuevas ricas.
Tampoco hablaré de la austeridad que prima en una casa que se caracterizaba por el más es más. Ni porque las siluetas han cambiado y ahora son feas. Nisiquiera comentaré la última colección que parece una copia de Prada PrimaveraVerano pero muy mal ejecutada. Ni de cómo los anuncios pasaron de refinadas mujeres en mansiones, como esa historica camapaña Amber-Meisel, a niñas del momento con estilo rockero sobre fondos destruidos y dark que es lo que se lleva.
Hoy sólo quiero dedicarme a ver este hermoso vestido de la línea Versace Atelier.
Cuando lo vi, los los globos oculares se me salieron de órbita al momento que me sacaba una sonrisota. El barroquismo, mezclado perfectamente con una silueta limpia, es perfecto. Y aunque no significa que tenga esperanzas por el regreso del Versace guarro, extrafalario y colorido de hace años, me hace pensar que la escencia sigue en alguna de las cabezas del Atelier.
Naomi Campbell en una de mis fotos favoritas de DavidLaChapelle por siempre jamás. Si esto no es coincidencia creativa, que me parta un rayo ya mismo.
15.3.11
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Modefucker qe bueno es tu blog! sdfsdf te sigo y te ganaste un lugar en mi lista de favoritos. Por cierto, concuerdo con eso de qe Donatella está destruyendo Versace :c nada que ver con el Versace de los 90's; pero el vestido: A-D-O-R-A-B-L-E, saludos xx
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