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23.7.12


Todos sabiamos que Amy Winehouse se iba a morir, todos; sus representantes, sus padres, sus fans; hasta ella misma lo sabía y apostabamos la fecha en que pasaría, sin pensar siquiera que cuando ocurriera, nos tomaría por sorpresa.

Hace exactamente un año ocurrió lo imaginable: Amy Winehouse muere y logra detener el mundo, al tiempo que las redes sociales y páginas de internet colapsaban relatando el suceso. Ese día nadie sabía exactamente cuales eran las causas de su muerte pero no importaba, estaba muerta y el mundo clamaba una respuesta; una supuesta sobredosis de alcohol, de drogas y hasta una auto-asfixia eran de las tantas afirmaciones lanzadas por los medios, que en vez de horrorizar y seguir destruyendo su imagen, por el contrario, contribuían y le ayudaron a mitificarle.

Aquel sábado 23 de Julio, el mundo no sólo lloraba física y textualmente la gran pérdida musical sino -muy egoistamente- lloraba el suponer que no habría un futuro álbum que calmara la sed que dejó con Back to Black.

Ese álbum, su gran obra maestra, supuso un cambio social desde la parte musical. Desde Eric Clapton, no había aparecido algún otro cantante que cantara sobre drogas, alcohol y excesos de una forma tan abierta y cínica: el álbum abre con aquella canción, donde una repetida negación a rehabilitarse, la hizo famosa mundialmente y termina con una donde defiende su marihuana y se pavonea en decir que es mejor y más adictiva que cualquier verga que haya probado. La crítica evidentemente le aclama y critica en partes iguales y los cantantes emergentes intentaron imitar su estilo lírico, trayendo consigo, una leve aceptación a las drogas por parte de las nuevas generaciones, que se escudaban en la sátira de la canción para mostrar el consumo de drogas, como una actividad 'cool' y de la que los cantantes se enorgullecían tanto que alardeaban en sus canciones.

Sus fans y no fans no podíamos no sentirnos identificados con alguna de sus canciones porque Amy, a diferencia del resto de cantantes, llevó la cotidianidad y la pureza de un corazón sensible a notas musicales. Sus letras no eran pretenciosas, por el contrario, eran tan sinceras que hasta rayaban con lo simple, pero una simpleza que casi parecía poesía. Amy decodificó lo que muchos sentimos en nuestro interior, logró darle vida a la vida y a la muerte.

La sinceridad y crudeza en sus letras totalmente contemporáneas, junto a sus sonidos de influencia soul, jazz y R&B que si bien no eran totalmente innovadores, pero que refrescaban el panorama donde el auto-tune iba cogiendo fuerzas, sumándole también el hecho de que fuera una mujer británica la que se jactara de sus banalidades al tiempo que se auto-flagelaba en sus canciones le dieron toda la notoriedad que no buscaba. Según sus padres "ella no quería ser famosa, ella sólo quería hacer música" pero, es imposible pasar desapercibida cuando se posa sobre una alfombra roja con un enorme peinado, ojos vestidos en eyeliner, un cuerpo debilucho que saludaba agitando sus brazos tatuados y su sonrisa que dejaba ver los dientes que no se le habían caido.

Sobre el escenario era un personaje que cautivaba apenas se paraba a cantarle al amor y al desasosiego con su inquietante y casi irritante voz; fuera de él, era una chica con problemas que cautivaba con su tragedia y que prefirió hundirse en el alcohol pues entre más borracha, más genial su calidad intepretativa y creativa.

Afortunadamente, en los últimos momentos de su vida hace un punto de inflexión, decidiendo desaparecer de los escenarios por un tiempo y dedicarse a su proceso de rehabilitación. Eso fue un alivio para los muchos que esperaban un Back To Black 2 pues, si Back To Black, que gira en torno a su relación destructiva con Blake Fielder-Civil, su gran amor; este supondría ser un álbum todavía más desgarrador, romántico y exitoso puesto que Blake ya no formaba parte de su vida y ella se sentía desolada.

Desafortunadamente, Amy muere en la cama de su apartamento a causa del Síndrome de Abstinencia que generó en su proceso de desintoxicación y es maravilloso, porque a pesar de que indirectamente los excesos la mataron, fue la ausencia de los mismos su frío verdugo. No se sabe la hora exacta, ni si intentó luchar contra la muerte quien terminó venciendo; sus familiares y amigos se arrepienten de no haber estado en ese momento con ella, para ayudarle, así como los millones de fans que pensamos utópicamente en que si hubiera sido nuestra amiga, le hubieramos ayudado a salir de las drogas; como si fuera tan sencillo. Muy bien lo decía ella  "I can't help you, if you won't help yourself" (No puedo ayudarte, si no te ayudas a ti mismo). Y por no dejarse ayudar, la vimos balbucear canciones, intentar recordarlas, tropezar por sus borracheras y dejar conciertos a medias.

Pero a Amy no se le podía ayudar y mucho menos juzgar. Más allá de sus acciones, es tal vez la única verdadera artista de nuestros tiempos. Era la única que expresaba con honestidad y autenticidad sus pensamientos y sentimientos en sus canciones, y lo exteriorizaba, no sólo en el vestir, sino en su físico demacrado. Amy fue la prueba fehaciente de cómo el amor puede destruir una mente frágil y romántica. Ella, como a un verdadero artista, no le importaba la repercusión de su trabajo, porque ella sólo quería cantar. Nadie esperaba que viviera muchos años, porque los artistas como ellas están destinados a vivir poco sobretodo, cuando nos venía repitiendo todo el tiempo, que "ella no era buena" y ciertamente no lo era, era un genio.

5.7.12



Raf Simons sabía, mucho antes de aceptar el puesto como director creativo en Christian Dior, que su presencia en la casa parisina, debía polarizarse completamente del legado que John Galliano dejó en la mente de todos los que vimos el renacer, de la casa más importante de todos los tiempos.

El lunes, 3 de Julio fue el tan esperado debut y como es de suponer, no defraudó; al menos no a los invitados ni a la prensa especializada que ya ve ésta colección de alta costura para Otoño del 2012, como un éxito comercial y como un alivio al traspié mediático que ocasionó Bill Gaytten durante 3 temporadas. Pero, ¿qué pasa con los que no estuvimos allí y no estamos especializados y somos un poco más románticos y fanáticos del trabajo de John Galliano?

Es absurdamente dificil mantener una posición objetiva cuando se mira con nostalgia el trabajo previo de Galliano y se compara con la frialdad y ferocidad de Simons para con la casa, pero hay que reconocer que es una colección digna de la maison francesa y cumple con todos los requisitos de confección, buen hacer y altivez que distinguían el trabajo del hombre que definió el 'new look', Monsieur Dior tal vez de forma más exacta que el trabajo de John.  Aún así, hay elementos que van totalmente en contra de la ideología del fundador, logrado desconcertar a varios; entre esos, yo.

Christian Dior era un romántico empedernido y un amante incurable de la figura femenina. En su cabeza, su mujer era una sobreviviente de la guerra y una olvidadiza instantánea: pasada la catástrofe se aplicaba su labial y apretaba su cintura en un corsé, paradójicamente, su símbolo de libertad. Su necesidad natural era la de elevar a la mujer al arquetipo de diosa terrenal al enfundarle en sus maravillosas creaciones; defendía el turquesa pálido y el rosa como emblemas de femeneidad y con sus creaciones les quería acercar semánticamente con el regalo más hermoso de la naturaleza: las flores, su principal inspiración después de las curvas de una dama.

Transcribir esa pasión y ese amor por todos esos detalles delicados sólo podía funcionar con una mente escencialmente similar y John Galliano, su sucesor más brillante y recordado, entendía completamente la mente du Monsieur Dior y temporada tras temporada traducía los códigos con brillantez y con esa efervecencia que le caracterizó durante su estancia. Su investigación y su inmersión en la cabeza del fundador le llevó a crear colecciones basadas en los viajes que hizo a los lugares más exóticos del mundo, en la revoluciónes, en personajes históricos, en su jardín en Normandía y hasta en el jardín trasero de su casa de niño. El proceso creativo de John Galliano fue 100% integral basado indirectamente en la teoría del 'Método' y sus colecciones de alta costura no tendrán nunca comparación pues eran espectáculos que sublimaban a la mujer como nunca nadie lo ha hecho.

Raf Simons, en cambio, tiene un concepto de diseño totalmente distante al de Galliano y su comportamiento para con la casa ha sido mucho más reticente; claro, sólo ha tenido tres meses para preparar su colección pero se logró atestiguar inmediatamente la frialdad no sólo en el corte sino en el proceso creativo al ser más objetivo y su propuesta comercial al ser más efectiva para estos tiempos.

La mujer de Raf se acopla a la mujer déspota y feróz de hoy. De 54 pases, 11 son completamente negros, 18 si se cuentan los pantalones, piezas que de hecho, nunca habían sido presentadas en una colección de alta costura de la maison. La costumbre de tener vestidos opulentos e interminables se vió reducido a mini-vestidos que terminaban a la cintura; al igual que los maquillajes y peinados excesivos, como era de esperar por parte de Simons, resultaron muy sobrios. Todo fue austero, aún cuando un millón de flores forraban las paredes de la mansión dónde fue presentada la colección; flores que aunque refrescaban y romantizaban el escenario, eran ignoradas por las robóticas modelos que una vez se detenían a olerlas.

Simons cuenta que su efoque para con la casa es mezclar la historia con el futuro, readaptar no sólo la silueta sino la actitud y rediseñar la psicología haciéndole más acorde a los tiempos modernos. Su propuesta pretende ser menos teatral y más terrenal; su alta costura busca ser tocada en vez de ser idealizada como objeto voyeur y lo ha logrado. La mujer Dior de Raf Simons ha pasado de diosa terrenal a ser una fría mortal que camina entre flores pero que ignora la belleza las mismas.

De todas formas, no hay que perder las esperanzas ni hacer conclusiones apresuradas; esta es la primera colección de Simons y tal vez nos sorprendenda con las futuras; quizás sus damas se irán feminizando con el paso del tiempo y entenderá la fascinación de Monsieur Dior por las flores y su comparación verosímil con la mujer porque, hasta el momento, en la mente de Raf, no hay necesidad de parecerse a una flor en vida puesto que es realmente cuando mueres, que tu cuerpo se convierte en muchas.
 
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