8.2.12
EL GIVENCHY DE TISCI DE GIVENCHY EL
Desde hace hace unos años, Riccardo Tisci está gozando de un éxito profesional comparable al de los grandes diseñadores de antaño y no tan antaño. Si bien, desde sus inicios, se ha destacado por su impecable e innovador trabajo, su nombre y su estela de repente, parecen estar en boga y él no parece mostrar intención alguna de detener tal fenómeno; el fenómeno Tisci.
Gracias a la mezcla de modernidad que exudan las piezas que diseña, junto al romanticismo y la espiritualidad que parece impregnarles como si, precisamente, fueran objetos de adoración ha conseguido que famosos, no-famosos, ricos y pobres se tengan que hacer con algún Givenchy para portarle con regocijo como un ferviente religioso llevaría una cruz en su cuello, haciendo de su persona, deidad de la moda que se puede dar el lujo de decir "que ha tocado el cielo".
Sus últimas colecciones de alta costura le han elevado al título de "estrella de la moda" y ha logrado ganarse el corazón de muchos que parecían escépticos con sus propuestas, incluyéndome. Sus colecciones, temporada tras temporada se han convertido en aciertos y se han ganado la aprobación de la prensa por el manejo conceptual, los procesos de fabricación que van desde la artesanía a los más tecnológicos y el aplique de estampados en sus prendas que parten desde inspiración peruana hasta la estrella pin-up, Betty Page. Gracias a Riccardo, Givenchy se salvó de quedarse atrapado en los comerciales de 'Very Irresistible' y pasó a ratificar la historia de la firma francesa.
Desde el retiro del fundador de la casa, Monsieur Hubert, 3 diseñadores mantuvieron el legado antes que Tisci se apoderara: John Galliano, Alexander McQueen, y Julien Mcdonald. La diferencia de Tisci con los antecesores parte de que, el diseñador, ha sumido en la oscuridad romántica a una casa que se caracterizó por ser ultrafemenina y ligera. Y como no, si la mejor amiga de M. Hubert era la ultrafemenina Audrey Hepburn, quien se inmortaliza en aquella famosa escena de 'Breakfast at Tiffany's' en un vestido de su amigo, comiéndose un croissant y morboseando diamantes.
McQueen -quien me parece que hizo un trabajo extraordinario y más allá de su tiempo, como visionario que fue- también logró mostrar algo de oscuridad pero desafortunadamente su trabajo no fue valorado en su momento.
La mejor amiga del actual director creativo, en cambio, es la aclamada, respetada y considerada "abuela" del performance, Marina Abramovic cuya presencia y amistad ha influenciado la dirección que está tomando la casa para el mundo. Givenchy es hoy oscuro, religioso, espiritual y evidentemente, político. Es un rio de ambigüedades que hace declaraciones en sus presentaciones prêt-a-porter, muy disimuladas pero muy presentes y paradójicamente hace que facturen por los cielos.
De lejos no parece que haya malo en lo que hace Riccardo, que a final de cuenta es vender. El problema viene a partir de lo "reconocible" que se está haciendo con sus estampados, más la saturación en las revistas, hacen que su intención de crear el "must-have" de la temporada se convierta en un arma de doble filo porque, la temporada siguiente serán consideradas "passé". Sus prendas están programadas para durar 3 meses. Obsolencia programada. Entonces se ve obligado a auto-presionarse (a menos que lo hagan los dueños de la firma) a crear todo el tiempo la camiseta del momento, con perros, plantas o una imagen de Jesus en éxtasis mientras se masturba.
El no-problema es que parece que esto no parece preocuparle a Riccardito y menos ahora, que se anotó un hit que superó al de todos los diseñadores del mundo: el vestir a la reina del pop, Madonna, en una de sus creaciones para la presentación del superbowl, que desde ya ha sido la actuación más vista en la historia del mundo por siempre jamás, consiguiendo que 140 millones de personas le sintonizaran. Si eso no es prueba de éxito, que baje Dios y lo vea. Porque, seguro Tisci ya tiene su jubilación facturada.
Lo cierto es que a Tisci se le han abierto las puertas, no sólo del cielo sino del deporte. Tal vez por eso el contexto de basketball en su presentación alta costura de otoño-invierto 12-13. No es de sorprender si algún día re-diseña el uniforme de los Lakers y al igual que hizo con Madonna, los enfunde en dorado, símbolo de espiritualidad, riqueza y humildad. Y si no me lo cree, que lo diga el muy humilde y espiritual Papa Benedicto.
Pd: Hablando de dorados, les presento mi cd 'Watch The Throne' de Kanye West y Jay-Z edición deluxe, diseñador por adivinen quién...? Y que me hace pensar que debo tachar mi primer punto de mi manifesto.
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